En términos generales la modernidad es el resultado de un proceso histórico que quiso llevar tanto elementos de continuidad como de cambio. “Así la formación y consolidación de este periodo se realizaron a través de un proceso que duró siglos e implicó nuevas técnicas, riquezas, medios de acción, y de igual manera el surgimiento de clases, de ideologías e instituciones que se gestaron, desarrollaron y fueron fortaleciéndose en medio de luchas y confrontaciones en el seno de la sociedad feudal”. Por ello se trata de un proceso de carácter global y de una realidad distinta en la que las etapas históricas en cuanto a lo económico, lo social, lo político y lo cultural se interrelacionan y avanzan ritmos desiguales hasta terminar por configurar la moderna sociedad burguesa y una nueva forma de organización política.
Con lo visto anteriormente podemos adentrarnos al término de posmodernismo, ya que teniendo las bases de lo que era la modernidad, según Vattimo se puede y debe dar paso decisivo para estabecer la conexión entre dos filósofos que sin duda aportaron para el cambio del modernismo al posmodernismo, uno con el nihilismo y el otro con la hermeneutica. Así Nietzsche y Heidegger han de ser de gran influencia para Vattimo, de hecho en su libro El fin de la modernidad; nihilismo y hermeneutica en la cultura posmoderna, expresa claramente la relación y vínculo entre la reflexión de estos dos autores y que llevan a una reflexión por un lado, sobre el fín de la época moderna y sobre la posmodernidad, por otro. Así, “Vattimo cree que el paso de lo moderno a lo posmoderno se configure como el paso de un pensamiento fuerte a un pensamiento débil”Como pensamiento fuerte o también conocido como metafísico, Vattimo concibe un pensamiento que habla en nombre de la verdad, de la unidad y de la totalidad, un tipo de pensamiento ilusorio tendiente a establecer posturas absolutas. Y como pensamiento débil o también conocido como postmetafísico, lo concibe un tipo de pensamiento que rechaza las categorías fuertes, es decir, un tipo de razón que, junto a la razón y dominio de la tradición, ha renunciado a una fundación única, última, normativa.
El pensamiento débil se presenta explicitamente como una forma de nihilismo, vocablo que el filósofo de Turín considera “una palabra clave de nuestra cultura, una especie de destino del que no podemos liberarnos sin privarnos de aspectos fundamentales de nuestra espiritualidad”. Con este término que Vattimo usa de manera positiva y propositiva, cree que “el nihilismo no se debe combatir como un enemigo, mas debe ser asumido como nuestra única posibilidad”.
Conclusión:
Con la información anterior entendemos que el pensamiento débil, según Vattimo, busca debilitar dejar de atribuirle características fuertes, desde cualquier punto de vista, para reconocerlo, en cambio, ligado al tiempo, a la vida y a la muerte, y solo así podría ser posible la reducción de violencia y dogmatismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario